Festivalito: homenaje a El Retablo de las Maravillas
Festivalito: homenaje a El Retablo de las Maravillas
El espacio cultural ubicado en el sur de la ciudad lleva cuarenta años de trabajo en el campo del arte con los chicos. En el marco del festival que organiza el CCP en vacaciones de invierno, se realizará un homenaje a sus hacedores.
El jueves 19 de julio a las 16 hs. será la apertura del «Festivalito Muñecos en Vacaciones» que organiza el Centro Cultural Provincial Francisco “Paco” Urondo (Junín 2457), dependiente del Ministerio de Innovación y Cultura de la provincia.
En el acto se realizará un homenaje a El Retablo de las Maravillas, iniciativa cultural que gestionan desde hace cuarenta años Oscar Caamaño y Cristina Pepe y que funciona actualmente en Moreno 2441, al sur de la ciudad.
Luego, en función especial se presentará “El gran circo mágico”, con los titiriteros María Cristina Pepe, Ruy Acevedo y Oscar Caamaño.
Cuando un circo llega a un barrio es un acontecimiento. Pero en este caso surgirá un conflicto que nos mostrará algunos defectos de este vecindario. Naturalmente, la situación se superará y por fin los vecinos y los espectadores podrán ver la función. Equilibristas, payasos, la actuación del Gran Mago Don Illán y su ayudante, Titania, y el Rey Chin Chan Fu. Un divertido espectáculo lleno de color con títeres de guante y varillas.
La entrada será un bono contribución de $ 20.
Sobre El Retablo
Es un espacio mágico. Sobrevivió a las crisis y las modas. Levantó su telón cada sábado durante semanas y semanas. Generaciones de niños abrieron los ojos como platos ante cada situación sorpresiva.
El Retablo, sede de la compañía El Retablo de las Maravillas (fundada en 1998 y dedicada fundamentalmente al teatro de títeres), funciona en Moreno 2441 y es un bastión de la cultura local por el que también pasan muestras de arte o espectáculos musicales. Resistió inundaciones, desajustes económicos y una avalancha de espectáculos infantiles en temporada de vacaciones.
Durante el resto del año, ellos están allí. Silenciosos y respetuosos. Apostando a lo genuino, a la carcajada de un chico, a la devolución inesperada. Renovando sus propuestas cada año. Con entradas módicas para que todos puedan tener acceso. Con príncipes, caballeros, ratones, pulgas y un sinfín de personajes desfilando por su salita. Y con un norte: brindarles a los pibes un tesoro que puedan llevar consigo siempre.